Al tratarse de una intervención por mínima invasión las heridas externas visibles por el propietario son de pequeño tamaño, y la recuperación del paciente de estas es mucho mas rápida que en los casos de intervenciones abiertas de torax (toracostomia).
Entre las patologías que pueden solucionarse por esta técnica se encuentran múltiples afecciones de la cavidad torácica, como pueden ser neoplasias pulmonares o mediastinales (espacio entre pulmones), así como patologías linfáticas (bloqueo del conducto torácico común) y pericardectomias (eliminación de parte del saco pericárdico en casos de acumulo de líquido).
Todas estas indicaciones se realizan gracias al uso de instrumental y equipación específico y que requiere un conocimiento por parte el cirujano de estas técnicas.