Prueba de audición
La sordera congénita, presente en más de 80 razas caninas, es hereditaria por lo general.
Puede resultar difícil descubrir si el perro o el gato son sordos de un oído.
En el ámbito de la cría resulta fundamental la detección temprana de dichos ejemplarse para evitar su uso reproductivo.
Ese es el motivo por el que se examina la audición de los cachorros de razas con predisposición conocida a la sordera (entre otros, dálmatas, bull terriers, Jack y Parson Russell terriers, dóberman y pastores ganaderos australianos).
Los animales pueden desarrollar sordera en una fase posterior de su vida por causa de una enfermedad o de la edad. También se evalúa a estos animales si puede resultar interesante la adquisición de conocimientos al respecto.
La prueba PEATC permite saber si el perro o el gato oyen, así como determinar si la lesión auditiva afecta a uno o ambos oídos. Se puede realizar con el animal despierto o anestesiado, si bien preferimos administrarle tranquilizantes puesto que a algunos ejemplares les resulta una experiencia desagradable, aunque no provoque dolor alguno.
¿Cómo funciona?
Primero se lleva a cabo un reconocimiento general y se seda al paciente. A continuación, se adhieren unos electrodos sobre la cabeza del animal y se introducen en el conducto auditivo unos pequeños tapones. En la medición propiamente dicha, se transmiten unos suaves chasquidos a través de los tapones. Siempre que el oído funcione, los electrodos de la cabeza registrarán la actividad eléctrica generada en el nervio auditivo y el tronco cerebral. El ordenador representará la actividad en forma de curvas sobre la pantalla, las cuales son interpretadas por el neurólogo a cargo de la exploración.