Las causas de los problemas de cadera son numerosas y variadas, pero lo más habitual es que el animal sufra una displasia de cadera y/o artrosis. Otros ejemplos de posibles motivos son las roturas óseas en la cadera no curadas y los trastornos del desarrollo.
Alternativas a la prótesis de cadera
En los perros y gatos con molestias leves a moderadas suele ser eficaz un tratamiento con analgésicos y antiinflamatorios junto con fisioterapia. Con esta última, bajo la supervisión de un fisioterapeuta, se construye un sólido corsé muscular en los cuartos traseros para la descarga de las articulaciones doloridas de la cadera.
Para un óptimo resultado, este tratamiento debe combinarse con una adaptación del estilo de vida del animal y la ausencia de actividades excesivamente intensas.
Un factor importante que fácilmente se pasa por alto es la conveniencia de mantener al animal delgado. El sobrepeso supone un motivo habitual de dolor innecesario en las articulaciones y del desgaste de estas.
¿A qué pacientes les puede beneficiar una prótesis de cadera?
En los casos en que el dolor no puede resolverse satisfactoriamente con el tratamiento anterior, o si se considera que se cohíbe innecesariamente el estilo de vida del animal, puede recurrirse actualmente a una serie de soluciones quirúrgicas.
Igual que en los humanos, existe la posibilidad de sustituir la articulación de cadera rota o desgastada por una prótesis nueva.
La cirugía de prótesis de cadera se lleva practicando más de 30 años en los perros y casi 10 en los gatos. Hay tamaños de prótesis disponibles para desde el San Bernardo hasta los chihuahuas, pudiéndose operar canes de todas las razas y dimensiones.
En muchos casos, los perros y gatos susceptibles de ser intervenidos con una prótesis de cadera presentan alteraciones bilaterales, es decir, ambas articulaciones de la cadera muestran modificaciones patológicas. Aunque basta a menudo con cambiar la articulación más problemática para el animal, en ocasiones se requiere operar también el otro lateral.
Normalmente, las prótesis de cadera en perros y gatos duran de por vida.
Distintos métodos
Existen varias técnicas quirúrgicas para el reemplazo de la articulación de la cadera, y al igual que en los seres humanos, se distingue entre las prótesis que se adhieren con "cemento óseo" y las que se fijan sin este. Además, algunos sistemas permiten la combinación de ambos tipos, según las necesidades y circunstancias.
Esta intervención se realiza únicamente por unos pocos veterinarios y plantea un altísimo nivel de requisitos tanto en lo referente a todo el personal involucrado como a las instalaciones y el equipamiento. Es importante que el cirujano y el resto de su equipo operen regularmente para mantener la cualificación necesaria.
Cuidados posteriores
A la cirugía protésica le siguen unos 4 meses de convalecencia. En un primer momento se aplican estrictas restricciones, entre otros, con respecto al nivel de actividad del perro, lo cual puede plantear ciertas exigencias al dueño. Con el tiempo se irán relajando gradualmente las limitaciones y, 6 meses después de la intervención, el animal podrá retomar su vida con total normalidad.
La rehabilitación y la fisioterapia son elementos fundamentales del posoperatorio. Cerca de un mes después de la cirugía se iniciará la actividad fisioterapéutica en forma, por ejemplo, de entrenamiento acuático como la natación o la cinta subacuática.