Las hernias pueden ser congénitas o desarrollarse en una fase posterior de la vida, a menudo asociadas a un traumatismo. Para evitar complicaciones con la hernia, puede hacer falta operar el orificio herniario ya que este no se cierra por sí solo. La gravedad de dichas complicaciones variará en función de la ubicación de la hernia, el tipo de órgano o tejido que haya pasado a través de ella y del tamaño de la abertura. En el peor de los casos pueden deslizarse órganos por el orificio herniario y estrangularse su riego sanguíneo, lo que debe resolverse de urgencia.
La hernia umbilical es un debilitamiento del peritoneo en el punto de alojamiento del ombligo. La hernia inguinal es un debilitamiento de la musculatura orbicular de la ingle. La hernia abdominal puede localizarse en cualquier lugar del abdomen. La hernia perineal se ubica en el recto y la diafragmática, como el propio nombre indica, en el diafragma.
Independientemente de su posición, la hernia se solventará quirúrgicamente restituyendo la estabilidad de la zona con ayuda de distintos métodos para impedir que ningún órgano pueda atravesar la hernia y ocasionar problemas. La hernia umbilical suele operarse al mismo tiempo que se castra al animal.
Cirugía de hernia
Las hernias surgen al salirse un órgano o tejido a través de un debilitamiento o apertura de la musculatura o del tejido conjuntivo que sujeta el órgano.