Al igual que los humanos, las mascotas tienen problemas reproductivos. Por ello, en veterinaria también es necesaria la reproducción asistida, una técnica que, además, permite guardar las líneas de los perros que han sido importantes en nuestra vida y preservar razas de gran calidad genética.
“Hace años, en el centro recibimos semen congelado procedente de Australia de un perro de alto valor genético que hacía tiempo que había fallecido. Recientemente, tras realizar un seguimiento exhaustivo a la hembra del criador que adquirió el semen, se procedió a la inseminación transcervical tras la descongelación del semen y la hembra dio a luz a 7 cachorros”, comenta Garoa Sola, veterinaria responsable del servicio de reproducción y del banco criogénico de AniCura La Corraliza Hospital Veterinario.
Para casos como este, Víctor Ayensa, Practice Manager del centro, señala la importancia de contar en España con centros especializados en reproducción asistida: “El criador ya nos conocía por cercanía. De hecho, había acudido a nosotros en otras ocasiones para la inseminación de su mascota. Disponer de inseminación artificial, y nuestra amplia experiencia en esta área, nos permite poder atender de manera integral a la mascota."
Una de las principales ventajas de esta técnica es su seguridad, ya que, al no haber contacto entre el macho y la hembra, se evitan enfermedades de transmisión por contacto directo (por ejemplo, el tumor venéreo transmisible). Asimismo, al ser necesario un control exhaustivo del macho y de la hembra, se pueden detectar problemas que de otro modo no se detectarían.
La realización del procedimiento de inseminación
Para realizar una inseminación en veterinaria, se comienza valorando a la hembra con un control hormonal, ecográfico y citológico. En cuanto al macho, se debe valorar la calidad del eyaculado, ya sea fresco, refrigerado o congelado.
Tras dar el visto bueno a la calidad del semen, se debe determinar el mejor momento para realizar la inseminación mediante controles periódicos de la hembra. La técnica empleada -inseminación intravaginal o intrauterina- dependerá del momento hormonal de la hembra y del tipo de semen.
En cuanto al proceso de extracción de semen, en perros se hace de forma manual o con electroeyaculador y habitualmente se requiere de una hembra en celo. En el caso del gato, la extracción es más compleja, ya que se hace mediante cateterización uretral y requiere una sedación profunda.
Para ser donante de semen, la mascota debe tener menos de 11 años en el momento de la congelación de semen; estar inscrito en un libro de orígenes; estar identificado mediante chip o tatuaje; y disponer de identificación de ADN.
Los servicios de Reproducción de AniCura La Corraliza
Cada año, AniCura La Corraliza atiende a alrededor de 70 animales en reproducción asistida, cifra que se cuadruplica en el área de reproducción. Ello se debe a que ofrece una atención integral, desde que el macho y la hembra entran por la puerta hasta que el cuidador se marcha con los cachorros, aportando a los criadores un buen asesoramiento, almacenamiento de semen congelado e inseminación artificial.
AniCura La Corraliza garantiza una atención integral: neonatología, asesoramiento de esterilización, quirófano 24 horas -para realizar cesáreas en caso de urgencia- y servicio de guardería -para no desplazarse al centro en cada control hormonal de la hembra. Además, dispone del más novedoso equipamiento: laboratorio con analizador de progesterona que obtiene resultados en 20 minutos; microscopio, esencial para los frotis vaginales y valoración seminal; laparoscopia; servicio de ecografía; y refrigeración y congelación de semen -este último para ser almacenado en tanques de nitrógeno líquido o para ser enviado a otros países-.
Asimismo, para el momento de la inseminación, el centro cuenta con fibroendoscopio, que permite realizar una inseminación transcervical con buena visibilidad y alta tasa de éxito. “Aunque disponemos de laparoscopia, raramente realizamos inseminaciones intrauterinas quirúrgicas por los buenos resultados obtenidos con el fibroendoscopio”, concluye Garoa.