El diagnóstico clínico se obtiene tras la realización del urianálisis, en el cual se puede evidenciar piuria o bacteriuria, y a partir del cual se procederá a la realización de un urocultivo cuando el caso lo requiera.

Las infecciones urinarias son un motivo frecuente del mal uso de antibióticos. En un estudio realizado con 151 perros que mostraban síntomas infección del tracto urinario, el 51% de los casos resultaron positivos según urocultivo, de los cuales se trató adecuadamente al 62% de los pacientes, mientras que en el 36% se prescribió en exceso y el 2% fue tratado de forma insuficiente.

Cistitis


En las cistitis esporádicas en perros podría estar justificada la terapia antibiótica empírica, si se trata de animales que no han sido expuestos con anterioridad a antibióticos o en los que se conozcan patrones zonales de susceptibilidad de patógenos.

En los gatos, sin embargo, el cultivo es de obligada realización, ya que los procesos inflamatorios estériles, como la cistitis inflamatoria idiopática o las urolitiasis son muy frecuentes.
Se debe iniciar el tratamiento mediante la administración de analgésicos y antiinflamatorios. Si en 3 o 4 días los signos persisten se debe realizar urocultivo y, en base al mismo, administrar antibióticos durante 3 a 5 días. Si el paciente requiere tratamiento antes de la obtención de los resultados del cultivo, el tratamiento empírico más utilizado en España es la amoxicilina (sin ácido clavulánico). Si no existe respuesta al tratamiento se debe esperar al resultado del antibiograma antes de realizar el cambio de antibiótico. En cambio, si el antibiótico escogido inicialmente muestra una respuesta favorable, pero presenta resistencia, no se debe cambiar éste por otro sensible.

En el caso de las cistitis recurrentes siempre se debe iniciar la terapia con un cultivo y un antibiograma. Si se trata de una reinfección, es decir, cada infección se resuelve antes de que aparezca la siguiente, el tratamiento durará de 3 a 5 días y no será necesario un cultivo de orina posterior. En el caso de las infecciones persistentes, causadas por el mismo germen y que pueden persistir durante el tratamiento o aparecer en las dos semanas siguientes a su finalización, se recomienda la realización de cultivos de control una vez terminado el tratamiento antibiótico, que puede durar entre 7 a 14 días. Se recomienda realizar un cultivo una semana después de finalizar el tratamiento antibiótico en animales que han tenido una mejoría, aunque un cultivo positivo no indica la necesidad de prolongar el tratamiento, pues podría tratarse de bacteriuria subclínica.
En las cistitis recurrentes siempre se debe buscar la causa primaria de la recurrencia de la cistitis, así como se debe tener como objetivo la curación de los signos clínicos, y no tanto la curación bacteriológica.

Pielonefritis


Se trata de una infección del parénquima renal, que suele ir acompañada de signos de enfermedad renal (azotemia). Siempre se debe basar el plan terapéutico en un cultivo de orina de una muestra obtenida por cistocentesis, o incluso mediante pielocentesis directamente de la pelvis renal. En este caso el aislamiento de múltiples bacterias tiene una importancia relativa, pues se debe prestar atención a las especies bacterianas aisladas y al recuento de colonias bacterianas.

El tratamiento debe iniciarse de forma inmediata, con antibióticos de amplio espectro frente a enterobacterias y con penetración tisular (quinolonas, cefalosporinas de 2ª generación). Si en el antibiograma se detecta resistencia se deberá realizar un cambio de antibiótico por otro al que el patógeno sea sensible, salvo que exista mejoría clínica.

Se espera mejoría clínica dentro de las 72 horas posteriores al inicio del tratamiento, aunque se recomienda una duración de la terapia de 10 a 14 días. Si el cultivo es positivo después del tratamiento, pero no hay signos de enfermedad y se ha resuelto la azotemia, se manejará como una bacteriuria subclínica.
Esta bacteriuria es un hallazgo frecuente en pacientes asintomáticos y solo debe tratarse como infección cuando se acompaña de signos de infección del tracto urinario o de otros sistemas orgánicos, o bien en casos concretos (por ejemplo, en pacientes diabéticos con resistencia a la insulina).

Finalmente, basándose en las guías de tratamiento y en el problema de salud pública que supone a nivel global las resistencias a antibióticos, se deben adoptar una serie de cambios en el proceder en cuanto al manejo de las ITUs. De este modo, se debe omitir la terapia antibiótica como profilaxis, puesto que en muchos casos la causa primaria es básicamente inflamatoria; no se ha de tratar la bacteriuria si ésta no está asociada a signos de infección, así como el objetivo será administrar tratamientos eficaces y de corta duración.

Tamara Pérez Castro de AniCura Abros Hospital Veterinario

Bibliografía

  • Bouillon, J., Snead, E., Caswell, J., Feng, C., Hélie, P., Lemetayer, J. (2018) Pyelonephritis in Dogs: Retrospective Study of 47 Histologically Diagnosed Cases (2005-2015). J Vet Intern Med, 32(1), 249-259.
  • D'Anjou, M.A., Bédard, A., Dunn, M.E. (2011). Clinical significance of renal pelvic dilatation on ultrasound in dogs and cats. Vet Radiol Ultrasound, 52(1), 88-94.
  • Foster, J.D., Krishnan, H., Cole, S. (2018). Characterization of subclinical bacteriuria, bacterial cystitis, and pyelonephritis in dogs with chronic kidney disease. J Am Vet Med Assoc, 252(10), 1257-1262.
  • Marques, C., Belas, A., Franco, A., Aboim, C., Gama, L.T., Pomba, C. (2018). Increase in antimicrobial resistance and emergence of major international high-risk clonal lineages in dogs and cats with urinary tract infection: 16 year retrospective study. J. Antimicrob. Chemother, 73(2), 377-384.
  • Marques, C., Gama, L.T., Belas, A., Bergström, K., et al.(2016). European multicenter study on antimicrobial resistance in bacteria isolated from companion animal urinary tract infections. BMC Vet Res, 12(1), 213.
  • Moyaert, H., Morrissey, I., De Jong, A., El Garch, F., Klein, U., Ludwig, C., Thiry, J., Youala, M. Antimicrobial Susceptibility Monitoring of Bacterial Pathogens Isolated from Urinary Tract Infections in Dogs and Cats Across Europe: ComPath Results (2017). Microbial Drug Resistance, 23(3), 391-403.
  • Moberg, F.S., Langhorn, R., Bertelsen, P.V., et al., Subclinical bacteriuria in a mixed population of 179 middle-aged and elderly cats: a prospective cross-sectional study. (2020). J Feline Med Surg, 22(8), 678-684.
  • KuKanich, K., Lubbers, B., Salgado, B. Amoxicillin and amoxicillin-clavulanate resistance in urinary Escherichia coli antibiograms of cats and dogs from the Midwestern United States. (2020). J Vet Intern Med, 34(1), 227-231.
  • Segev, G., Sykes, J.E., Klumpp, D.J., Schaeffer, A.J., et al, Evaluation of the Live Biotherapeutic Product, Asymptomatic Bacteriuria Escherichia coli 2-12, in Healthy Dogs and Dogs with Clinical Recurrent UTI. (2018). J Vet Intern Med, 32(1), 267-273.
  • Sørensen, T.M., C.R., Bjønvard, Cordoba, G., Damborg, P., Guardabassi, L., Siersma, V., Bjerrum, L., Jessen, L.R. (2018). Effects of diagnostic work-up on medical decision-making for canine urinary tract infection: an observational study in Danish Small Animal Practises. J Vet Intern Med, 32 (2), 743-751.
  • Weese J.S., Blondeau, J., Boothe, D., Guardabassi, L., et al (2019). International Society for Companion Animal Infectious Disease (ISCAID) guidelines for the diagnosis and management of bacterial urinary tract infections in dogs and cats. The Veterinary Journal, 247, 8-25.
  • Weese, J.S., Blondeau, J.M., Boothe, D., Breitschwerdt, E.B., Antimicrobial use guidelines for treatment of urinary tract disease in dogs and cats: antimicrobial guidelines working group of the international society for companion animal infectious diseases. Vet Med Int.
  • Windahl, U., Holst, B.S., Nyman, A., Grönlund, U., and Bengtsson, B. (2014). Characterization of bacterial growth and antimicrobial susceptibility patterns in canine urinary tract infections. BMC Vet Res, 10, 217.

Más noticias

    Hablemos de salud dental

    Muchos cuidadores piensan que la boca de sus mascotas está sana cuando no es así. De hecho, el 80% de los perros y gatos adultos tienen problemas orales, que pueden resultar difíciles de identificar. Estamos aquí para ayudar a que tu perro tenga una sonrisa mucho más sana.

    Error

    An error has occurred. This application may no longer respond until reloaded.