Displasia en perros
La displasia de cadera es una enfermedad multigénica y osteoarticular que puede ser hereditaria y degenerativa. Por ello, pueden existir diferentes factores con los que intentar prever si la enfermedad puede ser desarrollada o no. Es necesario tener en cuenta que, aunque pueda ser una enfermedad hereditaria, no siempre tiene por qué desarrollarse ya que es posible que el perro no lo transmita a sus descendientes.
Además, determinadas razas, como el pastor alemán o el mastín, tienen más probabilidad de padecer displasia de cadera ya que es una enfermedad que afecta, principalmente, a razas grandes y medianas.
En caso de presentar displasia de cadera, puede diferenciarse en diferentes grados o etapas:
- Grado I: los síntomas son mínimos, sin apenas alterar ni producir cambios degenerativos.
- Grado II: puede comenzar a apreciar una subluxación lateral en la cabeza del femoral.
- Grado III: se producen alteraciones degenerativas y gran parte de la cabeza del fémur se encuentra fuera del acetábulo.
- Grado IV: los cambios degenerativos ya son importantes, produciéndose además una luxación de la cabeza femoral.
Síntomas de la displasia de cadera en perros
La displasia de cadera en perros es una enfermedad degenerativa que provoca una malformación en la unión del fémur y la pelvis, llegando a producir un desplazamiento de la cadera y, como consecuencia, una luxación que puede provocar problemas de movilidad que van aumentando con el paso del tiempo y la edad. Esta situación provoca no solo falta de movilidad, también puede ocasionar dolores y limitaciones a la hora de correr, subir escaleras e incluso andar.
A pesar de que su origen suele ser genético, la displasia de cadera en perros también puede producirse por un crecimiento o desarrollo demasiado rápido. La obesidad o la falta de ejercicio también puede ocasionar su aparición. Con el fin de encontrar un tratamiento eficaz a tiempo, es importante identificar los síntomas con los que se puede relacionar la displasia de cadera en perros. Algunos de los más comunes son:
- No querer correr, saltar o subir escaleras
- Cojera
- Dificultad para moverse o levantarse
- Mal equilibrio
- Patas de atrás con mala movilidad
- Rigidez en la cadera
- Dolor en la cadera o en la pelvis
- Chasquido y dolor de huesos
Independientemente de los síntomas que presente el perro, suelen ser más evidentes según va avanzando la edad del animal. Los síntomas de la displasia de cadera en perros pueden ser constantes o intermitentes.
Tratamiento de la displasia de cadera en perros
A la hora de determinar el mejor tratamiento para la displasia de cadera en perros, es necesario contar con un diagnóstico previo que permita evaluar el estado del animal y cómo de avanzada está la enfermedad degenerativa. Por ello, es necesario intentar detectar la displasia de cadera lo antes posible para obtener una mayor garantía de éxito con el tratamiento.
Una vez diagnosticada la displasia de cadera, es necesario tener en cuenta que cada animal presenta unas características diferentes con la displasia de cadera, dependiendo de su evolución y del grado de la enfermedad. Además, a pesar de que se puede llegar a experimentar una gran mejoría con algunos tratamientos, hoy en día no existe ningún tipo de medicación o tratamiento que cure dicha enfermedad. Sin embargo, el perro sí que podrá obtener un gran alivio del dolor y retrasar el empeoramiento de los síntomas. Algunos de los tratamientos más eficaces para la displasia de cadera en perros son:
- Pérdida de peso
Su objetivo es disminuir el peso del animal con el fin de minimizar el esfuerzo que la cadera ha de soportar. Al reducir el peso del perro, el dolor se verá disminuido y la progresión de la enfermedad se verá frenada.
- Antiinflamatorios
Normalmente los antiinflamatorios utilizados para tratar la displasia de cadera son los corticoesteroides y las AINEs. El uso de uno o ambos antiinflamatorios debe ser recomendado por un veterinario.
- Terapia nutricional
Este tratamiento nutricional de cartílago consiste en buscar retardadores con los que evitar la degradación de los cartílagos. Así, vitaminas antioxidantes como la vitamina E y la C, por ejemplo, actúan eficazmente en la protección de la matriz del cartílago. La metionina, la glutamina o la prolina contribuyen activamente en la regeneración de los cartílagos. Proporcionar este tipo de suplementos de manera diaria a nuestro perro podrá reducir la inflamación y sin efectos secundarios.
- Sulfato y glucosamina
Ambos complementos son muy utilizados para prevenir el desgaste de las estructuras de la cadera ya que son capaces de estimular las estructuras más profundas del cartílago.
Luxación de cadera en perros
Las luxaciones de cadera en perros consiste en una dislocación de la articulación de la cadera. Normalmente suele ocurrir por diferentes tipos de traumatismo, produciéndose la salida de la cabeza del fémur de la pelvis. Los tratamientos enfocados en la luxación de cadera en perros se centran en reducir dicha luxación o conseguir la recolocación de la articulación.
En caso de que la luxación no sea tratada, puede provocar un dolor mayor, deformaciones en la zona, inflamación e incluso limitación extrema del movimiento. Es imprescindible realizar radiografías periódicas para evaluar el estado y avance de la luxación de cadera.