A pesar del confinamiento, nuestras mascotas pueden salir a realizar pequeños paseos y debemos recordar que con la llegada de la primavera debemos aumentar las precauciones con estas salidas de nuestros amigos de cuatro patas.
La primavera trae con ella el buen tiempo y un incrementeo de la vida en el exterior, pero también una serie de peligros derivados para nuestras mascotas como accidentes o mordeduras. Si a esto le unimos que es el momento de eclosión de numerosos insectos y parásitos en la naturaleza, es preciso estar más alerta y ser eficaces en la implementación de medidas preventivas y antiparasitarias.
Atentos a la proliferación de insectos
La presencia de numerosos insectos en esta época favorece la presentación de patologías provocadas directamente por estos bichos, como picaduras, alergias o irritaciones, o bien indirectamente por alergias a estas picaduras o transmisión de enfermedades. Dentro de este grupo merecen mención especial las garrapatas, que son transmisoras de numerosas y graves enfermedades como la babesiosis, la ehrlichiosis canina o la borreliosis, que pueden provocar fiebre, anemias graves, manchas en la piel, artritis, incluso, en los casos más graves, la muerte.
Por otro lado, la leishmaniosis y la filariosis son transmitidas por mosquitos que también aumentan a partir de la primavera y que también deben prevenirse en función de la zona geográfica en la que se viva o que se visite. En el caso de las irritaciones por contacto, cabe destacar de forma clara la provocada por la procesionaria del pino, que en esta época sale de sus refugios en la copa de los pinares y en su tránsito por el suelo es extremadamente peligrosa por las graves lesiones que provoca por el contacto con las mucosas de nuestros curiosos compañeros.
Aumentan las alergias
El desarrollo de brotes relacionados con la atopia (animales que presentan reacciones alérgicas con una frecuencia anormalmente elevada), alergia a alégrenos del ambiente, es muy frecuente en esta época, ya que la presencia de pólenes en suspensión y en el suelo comienza en estos meses. Los perros que padecen esta enfermedad comienzan a sufrir la aparición de picores, eccemas, otitis y dermatitis de forma mucho más frecuente y grave en esta época. Los pacientes crónicos tienen reagudizaciones de sus síntomas, tanto dermatológicos como respiratorios, así que conviene estar atentos a estos cuadros y acudir a consulta en cuanto los detectemos.
Vigila especialmente la alimentación
Al desarrollar mayor actividad en esta época, es conveniente aumentar la cantidad de alimento, siempre manteniendo un control de peso que evite la presencia de obesidad, que es una de las patologías más frecuentes en nuestras mascotas. Igualmente, debemos aumentar el consumo de líquidos para evitar la deshidratación con la llegada del calor.
Muda del pelo de invierno al verano
En la primavera comienza la muda más llamativa en el pelo de nuestros amigos, ya que cambian el de invierno por el del verano. Esto es mucho más llamativo en determinadas razas y hacen que el cepillado deba de ser mucho más frecuente. La muda es un proceso natural y necesario que no debe asustarnos.
Comienza la época de celo
Los celos en los caninos suceden aproximadamente cada 6 meses y no tienen una marcada estacionalidad, sin embargo, en los felinos, la época de celos comienza poca antes de la primavera y se extiende hasta el verano. De esta manera una gata puede tener múltiples celos desde el final del invierno, dependiendo de la raza y la presencia en el entorno de otros gatos con actividad sexual. Por fortuna, la generalización de esterilizaciones ha reducido mucho los problemas derivados de los embarazos no deseados en nuestros animales de compañía.
Roberto López
Veterinario y Practice Manager de AniCura Uribe Kosta Clínica Veterinaria.