Origen
El oriental es el resultado de una cría en busca de un gato siamés de color sólido. También fue intento por ampliar el acervo genético siamés en Gran Bretaña, que había quedado destruido tras la Segunda Guerra Mundial. Al igual que muchas otras razas, el oriental tiene al siamés como base, cruzado con el british shorthair y el american shorthair, el azul ruso, el abisinio o los domésticos de pelo corto. A los gatos sin el patrón de color en los extremos se les volvía a cruzar con los siameses, lo que dio lugar a las primeras generaciones de gatos orientales.
La cría experimental comenzó en Reino Unido en los años cincuenta, y la raza fue aprobada en 1958 bajo el nombre de «extranjero de color castaño». Más tarde, el nombre pasó a ser «habana marrón», que sigue siendo el nombre oficial en EE. UU. De forma paralela, se desarrolló una variedad de pelo largo: el oriental de pelo largo.
Carácter
Al igual que los siameses, este gato siente devoción por los humanos. Suelen apegarse mucho a sus dueños, así que prepárate para una vida de compromiso y compañía.
Este gato inteligente, cariñoso y parlanchín es curioso y atlético por naturaleza. La acción, los entretenimientos nuevos y emocionantes y el entrenamiento son algunas de sus pasiones. Si no lo entretienes con retos mentales como puzles, recoger objetos o entrenamientos con clicker, buscará cosas que hacer, tanto para activarse como para atraer tu atención. Por ejemplo, buscar nuevos escondites, trepar por los muebles, ver la televisión o abrir cajones. Los niños, los perros y otros gatos no suelen suponer un problema para el oriental. Y al igual que los siameses, esta raza maúlla con voz alta y ronca. Recibirás multitud de maullidos de buenos consejos, de supervisión y de búsqueda de atención por parte de estos mininos.
Aspecto, tamaño y peso
El oriental es un gato de tamaño mediano que en muchos aspectos es idéntico al siamés. Su cuerpo alargado es musculoso y delgado con patas largas y finas, al igual que la cola, y cabeza cuneiforme con una nariz grande y larga, y orejas triangulares. Tiene los ojos almendrados y, a diferencia de los siameses, pueden ser verdes o dispares. Dependiendo del color de la capa, también pueden ser azules. Un macho oriental adulto puede pesar de 3,5 kg a 5,5 kg, y las hembras entre 2,5 y 3,5 kilos.
Color
El oriental, tanto el de pelo corto como el de pelo largo, puede encontrarse en innumerables combinaciones de colores. Las posibilidades de combinación de patrones y colores son mayores que en cualquier otra raza e incluye varios tipos de sombreados, colores sólidos, humo, atigrado, multicolor o bicolor.
Cuidado del pelaje
El oriental de pelo corto tiene un pelaje corto y sedoso fácil de cuidar. Cepíllalo cada dos semanas con un peine de acero o un guante de goma para quitar los pelos muertos y sueltos. Para lograr el brillo final pásale un paño suave o tu mano. Las versiones de pelo largo requieren varios cepillados a la semana para evitar nudos y enredos.
Particularidades de esta raza
Como los orientales se apegan tanto a los humanos, podría costarles mucho adaptarse tras la pérdida de su miembro de la familia favorito. Por ende, asegúrate de que tu oriental conoce a muchas personas y lugares, y deja que socialice, se familiarice y coja confianza con distintos entornos y distintas personas.
Enfermedades hereditarias
Los problemas de salud que podrían afectar a esta raza son parecidos a los de los siameses. Estos incluyen amiloidosis hepática hereditaria, que puede provoca un fallo hepático, y cardiomiopatía dilatada, que reduce la habilidad del corazón para contraerse. La atrofia retinal progresiva (PRA, por sus siglas en inglés), una enfermedad genética que da lugar a la degeneración y atrofia de la retina y que puede causar ceguera, también se ha visto en esta raza. Los orientales también tienen un mayor riesgo de sufrir el síndrome del pecho plano, así como un defecto neurológico hereditario que causa estrabismo. Además, en esta raza también se han observado mastocitomas y cálculos en la vejiga.
Alimentación
Al igual que para todos los gatos, una alimentación adecuada y nutritiva es primordial si quieres que tu gato esté sano y tenga una vida larga y activa. No existe una alimentación especial para los gatos orientales. Basta con que te asegures de que le proporcionas comidas de gran calidad compuestas por comida seca y húmeda, con todos los nutrientes, vitaminas y minerales que tu gato necesita. Ten en cuenta que los gatos jóvenes necesitan alimentos con más proteínas y grasas que los gatos adultos. Hay comida especial para gatos castrados y de edad avanzada para evitar la obesidad.
Consulta con tu veterinario para asegurarte de que le das a tu oriental la comida adecuada.