Nuestras mascotas se ven sometidas a intervenciones quirúrgicas cada vez más complejas, lo cual se traduce en una mayor demanda y necesidad de rehabilitación y cuidados posteriores.
Hoy en día, muchos hospitales y clínicas veterinarios conceden gran importancia a estos cuidados posteriores.
La rehabilitación puede abarcar desde información sobre diferentes métodos de entrenamiento hasta exámenes prácticos y ejercicios con el perro o el gato. Lo más habitual es elaborar un plan individual. En las visitas de rehabilitación se revisan a fondo los progresos del animal y se ofrece un plan para continuar el trabajo con la mascota.
Para realizar un plan de entrenamiento puede ser útil una única visita, pero el tratamiento suele extenderse durante varios meses, con seguimientos continuos hasta que el perro o el gato haya alcanzado la funcionalidad máxima según sus condiciones.
El personal de rehabilitación está muy acostumbrado a tratar a este tipo de pacientes, de modo que pueden detectar posibles problemas y responder a las preguntas que vayan surgiendo.
La rehabilitación también es importante para los animales con lesiones que no se pueden tratar quirúrgicamente, pero en las que se puede conseguir recuperar la funcionalidad con un entrenamiento adecuado.