Existen tanto enfermedades congénitas (el perro nace con una malformación del corazón) como adquiridas (el corazón con el tiempo comienza a fallar). El objetivo de esta especialidad es detectar estos problemas lo más rápido posible e instaurar un tratamiento que le cure o retrase lo máximo posible su evolución.
Es posible que durante alguna exploración rutinaria se detecte en su mascota un soplo o alguna arritmia. En estos casos se le recomendará realizar un estudio cardíaco para ver el alcance o gravedad del mismo y su causa, pero otras veces existen enfermedades que no se pueden detectar a simple vista. Por este motivo, también es necesario que el propietario esté atento a cambios en la actitud de su mascota. Entre los síntomas más frecuentes de enfermedades que afectan al corazón se encuentran: tos (sobre todo nocturna) intolerancia al ejercicio, apatía, dificultad respiratoria, abdomen distendido y síncopas (pérdidas de conciencia). En estos casos, se recomienda concertar una visita para encontrar la causa.