La ecografía es una técnica no invasiva indispensable en la clínica diaria, ya que permite la obtención de información esencial tanto para los procesos diagnósticos como para el seguimiento de los pacientes en tratamiento. Así pues, permite la detección de anormalidades en los distintos órganos abdominales y torácicos (incluyendo ecocardiografía), así como en los globos oculares y en el sistema musculoesquelético.