Se encarga de los problemas de conducta de los animales de compañía que puedan causar molestias a los propietarios o afecte el bienestar de este.
Además, el etólogo clínico veterinario puede, y debe, prestar asesoramiento preventivo con el fin de evitar futuros problemas de conducta.
Trabajamos bajo conocimiento científico procurando evitar cualquier técnica que implique castigo o refuerzo negativo.