La artroscopía es una técnica novedosa para el diagnóstico y tratamiento de diversas patologías que se producen en las articulaciones mediante una técnica poco invasiva y traumática.
¿En qué consiste?
En la introducción de una fuente de luz con una cámara muy pequeña que te permite visualizar el estado de una articulación y si es necesario con otra pequeña incisión poder tratar la lesión que presente.
La ventaja fundamental es que se produce el mínimo daño posible a la articulación ya que se trabaja con incisiones de muy pequeño tamaño y esto conlleva un menor tiempo de convalecencia y la disminución en complicaciones a medio, largo plazo de esta articulación como puede ser la artrosis.
Las articulaciones que generalmente tratamos son el codo, en este caso para la extirpación del coronoides fragmentado, y el hombro para el diagnóstico y tratamiento fundamentalmente de la tenosinovitis bicipital y la osteocondrititis de la cabeza humeral.