La reflectografía infrarroja, se emplea principalmente para examinar las glándulas de Meibomio de los párpados en el ojo seco. Esta técnica no invasiva nos permite también “ver a través” de determinadas opacidades de la córnea, que de otra manera ocultarían las estructuras subyacentes. Así podemos identificar sangre en la cámara anterior, tumores y alteraciones del cristalino.