Las células fotorreceptoras transforman la luz en una señal eléctrica que recogemos en una gráfica. Esto tiene lugar por medio de unos electrodos puestos en diferentes partes del animal, de forma similar a como se hace en un electrocardiograma o un encefalograma.
Es una prueba imprescindible antes de la cirugía de cataratas, así como antes de la realización de otros procedimientos quirúrgicos oculares en los que la integridad de la retina y sus células pueden estar comprometidos.