Varias son las patologías cardiacas que requieren de intervención quirúrgica para su resolución. Entre estas podemos diferenciar dos grandes grupos, las patologías cardiacas degenerativas (que afectan a pacientes de cierta edad) y las patologías cardiacas congénitas (aquellas de nacimiento y que por lo general se detectan en las primeras etapas del desarrollo del paciente).
En referencia a las patologías adquiridas las principales cirugías cardiacas que se realizan son la pericardectomia (por neoplasia o efusiones, acúmulo de liquido en el saco pericárdico) y la resección de neoplasias. Actualmente ya se intervienen las patologías valvulares.
Dentro de las patologías cardiacas congénitas las tres más frecuentes son las estenosis (estrechamientos) de las principales válvulas del corazón (aorta y arteria pulmonar) y el ductus arterioso persistente (o conducto arterioso persistente). Las primeras son obstrucciones que en muchas ocasiones requieren una terapia específica quirúrgica que algunos hospitales pueden realizar, esta se denomina valvuloplastia (remodelación de la válvula) y se realiza siempre por mínima invasión (mediante terapia endovascular).
La valvuloplastia consiste en la introducción de un catéter hasta la región de estrechamiento para posteriormente dilatarlo (abriendo la obstrucción) o en algunos casos muy concretos implantando un Stent (dispostivo tipo muelle) que mantiene la región en cuestión abierta.
Para la tercera patología congénita mas frecuente en cachorros, el ductus arterioso persistente, la intervención consiste en el cierre de dicho conducto, una comunicación entre aorta y pulmonar que no se cierra de forma correcta al nacer el cachorro y que ocasiona de forma muy rápida un proceso de acúmulo de liquido a nivel pulmonar (edema pulmonar) que puede ocasionar la muerte del paciente. La intervención en manos de un cirujano experimentado tiene muy bajo nivel de complicaciones (inferior al 2%) y puede ser realizada tanto de forma abierta (toracostomia) como de forma mínimamente invasiva (mediante cateterismo, al igual que las estenosis). En este último caso el procedimiento consiste en introducir en el vaso comunicante anormal un dispositivo oclusor que cierra la comunicación de forma efectiva y sin cirugía abierta.
